mis partes favoritas del libro de Shopenhauer.
Si nuestra existencia no tiene por fin inmediato el dolor, puede afirmarse que no tiene ninguna razón de ser en el mundo. Porque es absurdo admitir que el dolor sin término que nace de la miseria inherente a la vida, y que llena el mundo, no sea más que un puro accidente y no su misma finalidad. Cierto es que cada desdicha particular parece una excepción, pero la desdicha general es la regla.
El hombre es en el fondo un animal salvaje, una fiera. No le conocemos sino domado, enjaulado en ese estado que se llama civilización.
Dejar aparecer la ira o el odio en la palabra o en el rostro es inútil, peligroso, imprudente, ridículo, ordinario. No se debe manifestar la cólera o el odio más que por actos. Los animales de sangre fría los únicos que tienen veneno.
La urbanidad es prudencia, la descortesía es una estupidez. Crearse enemigos tan inútilmente y con tanta ligereza es un delirio.
Ni amar ni odiar es la mitad de la prudencia humana. «No decir nada ni creer nada» es la otra mitad. Pero ¡con que placer se vuelve a la espalda a un mundo que exige semejante cordura!.
Todo lo que para cualquier acción humana es perder a alguien.
Es la destrucción violenta del error fundamental de nuestro ser, el gran desengaño.
El rico, por el contrario, si es ignorante vive a sus anchas y se parece al animal, lo cual se observa diariamente. A lo cual se añade el reproche de no haber aprovechado la riqueza y el ocio para sólo lo que les da un valor muy grande.
El mérito y el genio son sinceramente modestos.
No es honrado quien desconfía en los demás.
En general, toda inconsecuencia, toda imprevisión, todo acto contrario a nuestros proyectos, a nuestros principios, a nuestros convencionalismos de cualquier especie, y hasta toda indiscreción, toda torpeza, toda bobada, dejan tras de sí un gusano que nos roe en silencia, una espina clavada en el corazón.
"Sea como fuere, todo hombre para quien apenas es soportable la existencia, a medida que avanza en edad tiene una conciencia cada vez más clara de que la vida es en todas las cosas una gran mixtificación, por no decir un engaño..."
La ignorancia degrada al hombre cuando se une a la riqueza. Al pobre domina la necesidad y la riqueza, su labor sustituye al saber y ocupa el lugar de sus pensamientos.